Quiero escribir esta vez, sobre el fútbol, ese deporte del que estamos hechos nosotros los tachirenses, y es bien sabido que no voy a poder escribir sobre algo tan importante en mi vida, sin estar parcializado. Por esta razón, voy a dedicarme a explicar cómo vivimos nosotros los tachirenses el Fútbol en Pueblo Nuevo, desde la óptica del fanático que domingo a domingo asiste al estadio.
Este domingo 30 de Marzo, se celebró en el Estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo, el partido de fútbol entre el Deportivo Táchira y El Vígía F.C. correspondiente a la novena fecha del torneo clausura del Fútbol Profesional Venezolano. Ante más de 32.000 corazones aurinegros, vibrando a un sólo ritmo y bajo un cielo san cristobalense que rebosaba de alegría y optimismo, el equipo más importante en la historia del fútbol nacional, venció al rival de turno un gol por cero, afianzandose en el liderato del torneo con 25 pts, 5 más que su inmediato perseguidor, el Caracas F.C.
No en vano, nuestro estadio es llamado la Catedral del fútbol Venezolano. Ayer asistieron a "misa" más de 32.000 tachirenses de todas partes del país, con el corazón hinchado de alegría, con la esperanza irrevocable de obtener el título, con una pasión indescriptible de la que me siento partícipe, y es que tachirense que vaya al estadio y no salte, cante hasta más no poder, sufra, llore, celebre y muera por su equipo, no es tachirense.
En Pueblo Nuevo, y donde quiera que juege el carrusel aurinegro, todo hincha tachirense está dispuesto a arriesgarlo todo por defender lo que es suyo, ese equipo que por más de 30 años le ha dado triunfos y alegrías al pueblo tachirense, y que también ha puesto a sufrir a esos corazones únicos de nosotros lo andinos que amamos nuestra tierra. Cada corazón palpita los noventa minutos de cada partido de nuestro equipo, nuestros corazones bombean por nuestros cuerpos globulos "amarillos" y "negros", en vez de blancos y rojos de la sangre común. Todos los aurinegros latimos a un mismo ritmo cuando nuestras gargantas gritan "Vamos, vamos aurinegros, que esta tarde tenemos que ganar", o cuando le cantamos al rival de turno "Yo te daré, te daré una cosa, te daré una cosa, una cosa que empieza por G, GOLES!!!!!"
Es indescriptible la emoción que se siente ver salir al gramado de Pueblo Nuevo al cuadro atigrado, verlos saludar a las tribunas repletas, sabiendo que esa tarde dejarán en el campo hasta la última gota de sudor para conseguir el triunfo. Los papelillos y cintas blancas bajan de las tribunas, el ensordecedor grito de los aficionados invade cada rincón del estadio, y hasta es escuchado en viviendas ubicadas a más de 500 mts de distancia. La celebración empieza cuando los jugadores salen al gramado, estalla la recámara, ese símbolo que dejó como legado el difunto "Gambina", las voces se unen para gritar "Táchira, Táchira", y dejar la vida en cada grito. En pueblo nuevo, cuando sale táchira, se ven hasta lagrimas de emoción, se ven mujeres entregadas a todo pulmón al canto, se ven las banderas más hermosas del mundo después de la tricolor venezolana, ondeando por miles y llenando de colorido las tribunas. La ola no puede faltar en cualquier lleno de Pueblo Nuevo, esa de la que los jugadores contrarios sienten envidia, esa ola a la que los jugadores contrarios se quedan observando anonadados, esa ola gigantesca y con la fuerza de un tsunami, esa ola del mar aurinegro que nosotros hemos creado.
Cada niño Tachirense, sueña con algún día pertenecer al equipo de la mejor fanaticada del país, cada niño tachirense, cuando da sus primeros pasos futbolísticos en cualquier cancha de la ciudad, como puente real, plaza venezuela, barrio sucre, etc, o en alguna cancha de los hermosos pueblos tachirenses, sueña con usar la camisa amarilla y negra, y dar su vida en la cancha junto con otros 10 jugadores y ante una multitud apoyándolos sin descanso. Yo fuí niño, y desde los 3 años de edad asistí a Pueblo Nuevo, desde los 3 años comencé a vivir esta pasión que sólo terminará con la muerte, y aún más allá permanecerá en mi espíritu por toda la eternidad.
Así se vive el Fútbol en Pueblo Nuevo, batiendo records de asistencia a cualquier evento del deporte profesional venezolano, siendo líderes solitarios del torneo clausura, siendo la mejor afición de venezuela, saltando, cantando, llorando, sufriendo, celebrando, animando, pasando calor, frío, soportando lluvias y viajes extenuatnes. El Deportivo Táchira representa una parte escencial de la idiosincrasia tachirense, jamás nadie podrá borrar lo que el Deportivo Táchira significa para nuestra población, nadie jamás podrá quitarle a los niños la esperanza de jugar en el Táchira, nadie nos podrá quitar a los adultos la emoción de ver a nuestra joya deportiva, nadie nos podrá arrebatar la alegría que representa vivir el Fútbol en Pueblo Nuevo, siendo TACHIRENSES.
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